Visto de lejos, el afloramiento rocoso del Penyal d'Ifach aparenta emerger del mar en vertical. Este alto peñón calizo de 332 m. una de las estampas más espectaculares de la Costa Blanca, parece imposible de escalar; sin embargo, numerosos deportistas suben a la cumbre por la cara sur. Un corto túnel construido en 1918 permite acceder a las vertientes del lado del mar, mucho más suaves. La excursión dura unas dos horas. Se parte del centro de visitantes, sobre el puerto de Calpe, y se asciende por laderas cubiertas de enebros y palmeras. Durante la subida y desde la cima se contemplan vistas espectaculares de una larga franja de la Costa Blanca; en días despejados pueden verse en el horizonte las colinas de Ibiza.
El Penyal d'Ifach es morada de más de 300 clases de plantas, entre ellas varias especies raras. Las aves migratorias lo usan como punto de referencia, y las salinas que hay debajo les sirven de habitat. La roca fue de propiedad privada hasta 1987, año en que el Gobierno autónomo la adquirió para convertirla en reserva natural.
Bajo la roca se encuentra el poblado íbero de Calpe, junto al que hay buenas playas, como las de Levante y Les Bassetes.
El Penyal d'Ifach es morada de más de 300 clases de plantas, entre ellas varias especies raras. Las aves migratorias lo usan como punto de referencia, y las salinas que hay debajo les sirven de habitat. La roca fue de propiedad privada hasta 1987, año en que el Gobierno autónomo la adquirió para convertirla en reserva natural.
Bajo la roca se encuentra el poblado íbero de Calpe, junto al que hay buenas playas, como las de Levante y Les Bassetes.