El famoso coso sevillano, construido entre 1761 y 1881, es posiblemente el más esplendoroso de España y merece la pena visitarlo.
La plaza, rematada por una magnífica arcada sustentada en columnas de mármol, tiene un aforo de 14.000 espectadores. La visitas guiadas a este edificio parten de la entrada principal, en el paseo de Cristóbal Colón. En el lado oeste se encuentra la puerta del Príncipe, por la que salen a hombros los triunfadores de las mejores tardes.
Detrás de la enfermería hay un museo taurino con retratos, carteles, trajes de luces y un capote de brega firmado por Picasso.
La visita continúa hasta la capilla donde rezan los toreros antes de salir al ruedo, y los establos, que albergan los caballos de los picadores.
La temporada taurina, que va desde el Domingo de Resurrección hasta el Día de la Hispanidad, alcanza los momentos de su máximo esplendor en la Feria de Abril y la Feria de San Miguel, a finales de septiembre.
Junto a la plaza de toros, y remedando su mole circular, se levanta el austero teatro de la Maestranza, diseñado por Luis Marín de Terán y Aurelio del Pozo e inaugurado en 1991. La fachada ribereña se adorna con fragmentos de hierro de la fábrica de municiones que ocupó el solar en el siglo XIX.
La plaza, rematada por una magnífica arcada sustentada en columnas de mármol, tiene un aforo de 14.000 espectadores. La visitas guiadas a este edificio parten de la entrada principal, en el paseo de Cristóbal Colón. En el lado oeste se encuentra la puerta del Príncipe, por la que salen a hombros los triunfadores de las mejores tardes.
Detrás de la enfermería hay un museo taurino con retratos, carteles, trajes de luces y un capote de brega firmado por Picasso.
La visita continúa hasta la capilla donde rezan los toreros antes de salir al ruedo, y los establos, que albergan los caballos de los picadores.
La temporada taurina, que va desde el Domingo de Resurrección hasta el Día de la Hispanidad, alcanza los momentos de su máximo esplendor en la Feria de Abril y la Feria de San Miguel, a finales de septiembre.
Junto a la plaza de toros, y remedando su mole circular, se levanta el austero teatro de la Maestranza, diseñado por Luis Marín de Terán y Aurelio del Pozo e inaugurado en 1991. La fachada ribereña se adorna con fragmentos de hierro de la fábrica de municiones que ocupó el solar en el siglo XIX.