Hubo en esta calle próxima a Tirso de Molina una escuela de esgrima que, anteriormente estuvo en una corrala de la vecina calle de la Espada (donde al parecer acudía a instruirse Lope de Vega).
Se cuenta que algunos alumnos se entretenían retando y molestando a los transeúntes, por lo que el maestro de esgrima fue amonestado por las autoridades.
Era esta una calle de mala nota, de casas con farolillos rojos, tascucias, tabucos y un cafetín nocturno donde se reunía lo mejor de cada casa.
Los más viejos del lugar cuentan que la escuela estuvo situada en una vieja casa que hoy es un centro de ocio y que fue durante décadas un horno de pan.
(Caminando por Madrid)
Se cuenta que algunos alumnos se entretenían retando y molestando a los transeúntes, por lo que el maestro de esgrima fue amonestado por las autoridades.
Era esta una calle de mala nota, de casas con farolillos rojos, tascucias, tabucos y un cafetín nocturno donde se reunía lo mejor de cada casa.
Los más viejos del lugar cuentan que la escuela estuvo situada en una vieja casa que hoy es un centro de ocio y que fue durante décadas un horno de pan.
(Caminando por Madrid)